Muchos trabajadores se sienten incómodos o simplemente no desean pertenecer a un grupo de WhatsApp del trabajo, sin embargo, algunos tienen dificultades para manejar esta situación, sin saber qué hacer o cómo expresar su malestar a sus superiores o colaboradores. En el presente artículo compartiré algunos consejos (métodos directos e indirectos) para evitar que nos obliguen a integrar un grupo de WhatsApp del trabajo.

Métodos directos

Estos métodos tienden a ser más drásticos, generan mayor «roce», sin embargo son los más efectivos:

Manifestar nuestro desacuerdo desde el inicio

Es importante que apenas se nos agregue a un grupo de WhatsApp de trabajo, inmediatamente manifestar nuestro desacuerdo, así sea de la forma más sutil. Si bien es posible que esta acción no tengan ningún tipo de efecto positivo (sobre todo en el corto plazo), creará un precedente y hará más fácil implementar otras estrategias, en este aspecto debemos entender que en los grupos de WhatsApp se aplica el concepto de «el que calla otorga», además debemos de tener en cuenta que entre más tiempo transcurra será más difícil salirse del grupo.

Para entender este concepto podemos imaginar otros ejemplos o situaciones, supongamos que nuestro jefe(a) nos invita a salir o nos manda a cuidar a sus hijos, lo cual nos puede incomodar, en este caso, si no expresamos nuestra disconformidad desde el inicio, es posible que la situación sea más difícil de gestionar en el futuro.

Salir del grupo inmediatamente

Otra medida es abandonar el grupo inmediatamente, ya que si un nuevo integrante se retira de forma inmediata (al apenas enterarse que lo agregaron a un grupo) será menos notorio en comparación con una persona que ha estado mucho tiempo en el grupo, si bien esta medida puede resultar extrema, dejará claro nuestro punto de vista desde el inicio.

Métodos indirectos

Estos métodos tienden a ser más sutiles, generan menos roce, sin embargo, solo son efectivos si se utilizan de manera conjunta:

Exigir que la empresa utilice herramientas profesionales

Como vimos en nuestro artículo anterior, WhatsApp no es una herramienta diseñada para comunicaciones internas en una empresa o entre trabajadores, sino que está diseñada para comunicarse entre familiares y amigos (WhatsApp personal) y entre empresas y clientes (WhatsApp Business). En este caso, lo que podemos hacer es exigir a nuestro empleador o jefe que adquiera o utilice una herramienta profesional o especializada para dicho fin. En el mercado existen diferentes alternativas que cumplen esta función, las herramientas más conocidas son Slack, Telegram, Workplace, Skype, Monday entre otras.

Exponer argumentos o desventajas

Es importante exponer las diferentes desventajas de utilizar Whastapp para conversaciones dentro de la empresa o entre trabajadores, ya que en muchos casos, la persona que «creó el grupo» puede no es consciente de la situación y sus repercusiones negativas. Como vimos en nuestro artículo anterior, entre las principales desventajas de usar WhastApp (para conversaciones internas del trabajo) se encuentran las siguientes:

  • El servicio se puede suspender en cualquier momento.
  • Puede vulnerar el entorno personal de sus integrantes.
  • La información interna de la empresa puede quedar expuesta.
  • Puede generar estrés entre los trabajadores subordinados.
  • No es una herramienta creada para ese fin (por ejemplo la herramienta oficial de Meta para ese fin es Workplace).
  • Es difícil llevar un registro de comunicaciones o archivos enviados.
  • Se depende de un teléfono inteligente.
consejos para evitar que nos obliguen a integrar un grupo de WhatsApp del trabajo

Exigir un número o equipo exclusivo

Otro argumento que podemos dar, es que el número de teléfono de nuestro WhatsApp es personal y que si la empresa o jefe desea que usemos WhatsApp, entonces nos deben proporcionar un número y equipo exclusivo para ese fin, generalmente cuando esta solicitud se realiza, muchos jefes «rectifican» o desisten de exigir integrar el grupo.

Hacer referencias a situaciones incómodas y antecedentes tecnológicos

Una buena manera de exponer nuestros argumentos, es mencionar el ejemplo de ¿Qué pasaría si el jefe invitar a salir a un subordinado a una cita? o ¿Qué pasa si el jefe le encarga el cuidado de sus hijos a un empleado? al colocar estos ejemplos, es posible que el jefe o persona que creó el grupo pueda entender «realmente» el grado de incomodidad que está experimentando el trabajador que integra el grupo.

Otro consejo es hacer referencia a los antecedentes tecnológicos en el trabajo, por ejemplo, cuando Facebook se puso de moda, muchos empleadores y jefes exigían a los empleados que les den sus usuarios y contraseñas de sus perfiles personales, si bien esta práctica es inaceptable, lo cierto es que en su época muchos trabajadores aceptaron eso contra su voluntad (al igual que muchos aceptan ahora integrar grupos de WhatsApp).

No usar WhatsApp por un tiempo

Otra cosa que se puede hacer, es dejar de usar WhatsApp por un tiempo (a partir del momento en que nos agregaron al grupo), de tal manera que si alguien escribe algo o da una instrucción por el grupo y no se le hace caso, se puede argumentar que no se está enterado porque simplemente no utilizamos WhatsApp. Otro consejo es colocar ese grupo en la sección «archivo» de tal manera que no nos lleguen esas notificaciones (y que solo podamos ver los mensajes cuando entramos a la sección archivo de nuestro WhatsApp).

No responder por WhatsApp y solo responder por otros canales

Otra alternativa es usar WhatsApp pero cada cierto tiempo, por ejemplo, podemos ver los mensajes del grupo una vez al día (de lunes a viernes) o cada dos días, en el caso de recibir alguna instrucción, se puede «forzar» la comunicación por otros canales, por ejemplo, ante cualquier solicitud podemos simplemente responder «te respondí por email», «te lo envié por x canal», etc. de esta manera damos a entender (de manera indirecta) que no usamos WhatsApp y que si desean comunicarse con nosotros de manera online, lo hagan por otro medio.

Reflexión: Entendiendo el tiempo de «reglamentación» de una nueva tecnología

A raíz del ejemplo de las contraseñas de Facebook (mencionado en párrafos anteriores), podemos ver cómo al salir una nueva herramienta tecnológica, luego de esta volverse «popular», se comienza a utilizar gradualmente en el trabajo, pudiendo crear malestar en algunos casos, sin embargo, existirá un periodo de tiempo (el cual puede durar años) para que las leyes locales puedan adaptarse a la nueva tecnología y la regulen.

Un ejemplo de esto fue una iniciativa en Perú llamada derecho a la desconexión digital en teletrabajo, la cual estipulaba que los trabajadores podían desconectarse a determinada hora, sin embargo, a pesar de estas y muchas otras iniciativas legales, se debe tener en cuenta que siempre se darán este tipo de situaciones conforme se vaya desarrollando la tecnología, por lo cual, no es necesario esperar a que salgan estas leyes o normas (que generalmente demoran varios años) para recién expresar nuestro malestar o disconformidad.

¿Qué opinas sobre este tema? ¿Conoces otros consejos para evitar que nos obliguen a integrar un grupo de WhatsApp del trabajo?

Imagen de HeikoAL vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.


Jose Luis Moreno
Jose Luis Moreno

Consultor en Publicidad Pagada Online y Optimización en Motores de Búsqueda (SEO)

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